PRÓXIMO FORO
Sábado, 27 de Junio de 2009 a las 11:00 horas
Kant: ¿Qué es la Ilustración?
¿Pensamos por nosotros mismos?
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LUGAR DE REUNIÓN
Blas Infante 4, Edificio Rafael Pérez de Vargas (antiguo Asilo)
Salón de actos
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TEXTOS
cibernous
Recomiendo vivamente la lectura de este lúcido análisis del Prof Ignacio Sotelo. Me parece de una profundidad tan evidente como su claridad de exposición anima a desertar del rebaño de los que prefieren obedecer a tomar decisiones. Es tremenda la aseveración de Aristóteles: 'Son muchos más quienes prefieren obedecer a dirigir y mandar' Siempre por el tabú del temor a equivocarse. Así se han dominado a los pueblos, mediante el temor a pensar en lugar de obedecer. Las religiones y los estados prefieren súbditos a ciudadanos y personas libres y comprometidas. ¡Rescatemos la Ilustración!Nesemu
Escrito por web del bebe enCuando el niño es pequeño tienen la capacidad de crear ideas que justifiquen sus deseos (qué decir para que no les sirvan la ensalada de brócoli, qué decir para no ir a dormir, etc.) y se les podrán ocurrir innumerables pretextos para conseguir lo que quieren, muchos de ellos llenos de fantasía; conforme van creciendo, esta capacidad es opacada por el hecho que el niño se centra en querer dar una respuesta correcta a los adultos, o dar la respuesta correcta a sus compañeros para formar parte del grupo, convirtiéndose en seguidores de los demás.
http://www.webdelbebe.com/ninos/los-ninos-deben-aprender-a-pensar-por-si-mismos.html
TRIBUNA: IGNACIO SOTELO
Pensar por sí mismo
EL PAÍS - Opinión - 03-09-2005
http://www.almendron.com/politica/pdf/2005/reflexion/reflexion_0767.pdf
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RESUMEN
De la mano de Kant -o con Kant de nuestra mano-, los miembros de Foro identidad debatimos, charlamos y reímos sobre el «pensamiento propio» -el ego pensante-, sobre los valores ilustrados y todo lo que conlleva en sí todo aquello que es Ilustración.
Uno de los textos que propuso la Asociación Foro Identidad para afrontar el debate es el muy celebrado del eminente Kant cuyo título dio nombre a este debate: ¿Qué es la Ilustración? En él Kant habla de una «mayoría de edad» y, por supuesto, de una «minoría de edad», que sería esa negación de la cultura y el conocimiento, que para Kant suponen las herramientas de todo despertar en el Hombre, y en este punto razón tiene, es incuestionable. Pero Kant “el bienintencionado” comete una grosería, lo que es una grosería para uno de los contertulios: hace culpable al hombre de su «minoría de edad» y de su poca ansia de “crecer” y de tener una voluntad más propicia a la pereza y a los vicios.
Uno de los contertulios critica esta postura de Kant, pues precisa: “¿Dónde vivía Kant?, ¿en el país de las maravillas?, ¡debió ser un tipo realmente aburrido! Solamente habría que ver las jornadas laborales de los trabajadores de su época, prosiguió el contertulio, no una época dada al filantropismo precisamente, aunque estaba en incipiente emergencia, ¿acaso tendrían tiempo para dedicarse a esa “mayoría de edad” que dice Kant?” Así pues este contertulio tacha a Kant de poco realista y de poco justo al hacer culpable al Hombre de su propia condición, y no sólo de su condición, sino de sus condiciones, pues Kant “parece” no tener en cuenta las condiciones humanas de la mayoría de la población.
También se critica el carácter universal de la filosofía de Kant. Este filósofo es muy dado a la universalidad, ya lo demuestra su idea del “imperativo categórico”. Kant es producto de la Ilustración y además “productor ideológico de la Ilustración y de las democracias modernas”; y, cómo no, la Universalidad es su dogma por excelencia. Así pues, otro de los contertulios destaca que lo que sirve para unos no puede servir para otros, que la naturaleza humana es diversa y que dicha diversidad requiere una diferente respuesta a sus necesidades.
Volviendo a la idea de “mayoría de edad” de Kant hay que destacar las buenas intenciones de dicho filósofo, algo incuestionable a pesar de todo. Con dicha idea Kant pretende que el hombre se emancipe, que se emancipe de toda superstición y que empiece a pensar y tener una mayor conciencia y consciencia de sí mismo y de su alrededor: “Atrévete a saber”, decía Kant, “atrévete a aprender por ti mismo”. Sin embargo otro de los contertulios proclama que el idealismo de Kant es endeble y que es un optimismo ciego que no se contrasta para nada con la realidad de su tiempo (es decir, la de fuera de palacios y de grupúsculos burgueses). Kant falla, para este contertulio, en su fe en el hombre, en su «utopismo sin solidez».
Pero ¿cómo piensa uno por sí mismo?, plantea uno de los contertulios. Pregunta tremendamente interesante y un tanto malvada (en el buen sentido), que nos deja con cara de ignorancia e impotencia al no saber responder con certeza y cierta convicción; porque claro, mucho se habla de pensar por uno mismo, pero ¿cuándo al hacerlo se es libre? En definitiva, muy distinto es pensar por uno mismo y hacerlo libremente.
A pesar de todo, Kant sabía que su época no estaba Ilustrada, sino que vivía un proceso de Ilustración. Los contertulios reflexionaron sobre la actualidad y llegan a la misma conclusión que el filósofo alemán. Hoy es muy patente el rechazo al conocimiento, a la cultura y al intelectualismo; sin embargo se ensalzan aptitudes más asequibles como el ser pícaro, el ser chulo y el ser bello estéticamente (cumplir con el canon de belleza) en lugar de aptitudes tan elevadas en refinamiento humano como el ser culto. De esta forma, el «ser» se ha sustituido por el «tener» y los valores por la ausencia de ellos. No hay nada en valor, todo lo cotizable es la ignorancia y la manipulación. ¿Ilustración? Un viejo sueño de algún ilustrado, algún revolucionario francés y algún utópico del S. XVIII o decimonónico. Y es que en lugar de la ilustración, y como conclusión, es más que patente una degeneración, es decir, la DesIlustración como verdadero motor de (in)culturización o Ilustración Inversa: muestra irrefutable de una época enferma.■