CAFETERÍA CABSY´S - SALÓN PRIMERA PLANTA

(I-II)
"Dentro de este significado general de “interpretación”, el término hermenéutica tiene también un desarrollo histórico que coincide con las manifestaciones culturales de las distintas épocas. En el siglo XVI fueron principalmente los intelectuales protestantes los que usaron la hermenéutica en el contexto de sus estudios bíblicos. En el siglo XIX, Wilhelm Dilthey (1839-1911) renueva los estudios hermenéuticos proporcionando una metodología con la que pretendía dar rigor “científico” a los estudios críticos; buscaba una interpretación basada en los datos que contextualizan el texto, de tal modo que nuestra comprensión de un texto tenga valor universal. Ya en el siglo XX, para Martin Heidegger (1889-1976) la hermenéutica es algo más que una metodología; el comprender deja de ser una actividad para convertirse en la sustancia de toda actividad humana. Hans-Georg Gadamer (1900) proyecta la hermenéutica como acontecer; es decir, lo que sucede en el momento de la interpretación: comprender se presenta como “fusión de horizontes”. Esta posición interpretativa es muy diferente a la que practica Jacques Derrida (1930), que asume el texto desligado de su autor o lector, o sea como algo externo."
"Dilthey comenzó el estudio de la hermenéutica inspirado por los trabajos de Friedrich Schleiermacher, autor ya olvidado en aquella época. Ambos forman parte del movimiento romántico alemán. Dilthey puede ser considerado como un tipo de empirista, sin embargo, sus trabajos empíricos no son exactamente iguales a los de los empiristas ingleses en lo que respecta a los presupuestos epistemológicos. La escuela hermenéutica inspirada por el romanticismo alemán siempre puso mucho énfasis en que el intérprete puede emplear su capacidad de comprensión y penetración en combinación con el contexto cultural e histórico del texto abordado para así obtener el sentido original del texto."
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http://www.ucm.es/info/especulo/numero6/gad_kose.htm
Reseñas:
Reinhart Koselleck y Hans-Georg Gadamer:
Historia y hermenéutica
Reinhart Koselleck y Hans-Georg Gadamer, Historia y hermenéutica, Barcelona, Paidós, 1977, 125 pp, 1.250 pesetas. ISBN: 84-493-0324-9.Introducción de José Luis Villacañas y Faustino Oncina.
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http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=11787
Según Manuel Ayllón, autor de La conjura del El Greco
Felipe II, más parecido a Franco que a Aznar
ANABEL ABRIL
En un apasionante “thriller histórico” Manuel Ayllón relata la regencia de Felipe II, un rey “acomplejado, y criminal, enfermo de avaricia y concupiscencia”. Según el autor, la personalidad de Felipe II, "tímido, nada heroico y burócrata", tiene enormes semejanzas con la de Francisco Franco. “Aznar”, dice, “es un pobre hombre, que se parece más a Isabel la Católica en su intento de quedarse con toda Castilla”.
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http://www.mercaba.org/DicPC/H/hermeneutica.htm
HERMENÉUTICADicPC
I. ACTUALIDAD E HISTORIA.
El concepto de «hermenéutica» es relativamente nuevo dentro del pensamiento contemporáneo. Cuando H. G. Gadamer (nacido en 1900) publica en 1960 Verdad y método, no se atreve a ponerle el subtítulo Fundamentos de una hermenéutica filosófica, por temor a que el libro no tuviera éxito en el ámbito de la filosofía académica. Incluso había pensado titularlo Comprender y acontecer, como dos conceptos centrales en el pensamiento del que había sido uno de sus maestros: M. Heidegger. Sin embargo, quince años después de la primera edición, la polémica levantada por el texto, en torno a varios te-mas centrales de la hermenéutica, aconsejó que el libro llevase en el subtítulo el término hermenéutica. Así pues, ha sido en los últimos años del siglo XX cuando la hermenéutica se ha convertido en un concepto filosóficamente importante. Aunque haya razones externas a la propia hermenéutica que han acelerado su éxito (las crisis de la escolástica marxista (/marxismo), de la /filosofía analítica, del /estructuralismo o del /existencialismo), son razones internas las que lo justifican, sobre todo en un tiempo que exige compaginar la radicalidad de una filosofía con vocación universal con la apropiación de las tradiciones culturales.
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http://www.jacquesderrida.com.ar/comentarios/guervos_2.htm
luis enrique de santiago guervósHERMENÉUTICA Y DECONSTRUCCIÓN:divergencias y coincidencias ¿Un problema de lenguaje?Este trabajo ha sido editado en: Chantal Maillard y Luis E. de Santiago Guervós (eds), Estética y hermenéutica. Departamento Filosofía Universidad de Málaga, Málaga, 1999, pp. 229-248.Edición digital de Derrida en Castellano.
RESUMEN DEL DEBATE
2 de junio de 2007
I
La Historia nace con la escritura, y tal vez de ahí surja esa relación insoslayable que mantienen con la hermenéutica. La Hermenéutica no solamente debe trasladarse a los textos sagrados, constituye una técnica de análisis y de desentrañamiento del texto, de su mensaje. El auge del texto en la historia tal vez lo protagonizaran los estudiosos positivistas del s. XIX, en su afán por el texto, queriendo darle a la historia un carácter científico con todas sus letras.
Han sido muchos los hermeneutas, desde Gádamer a Dérrida, desde los Historicistas a la Escuela de lo Annales; de una forma u otra, el historiador y el propio investigador de las estructuras del texto y del lenguaje se han visto empujados a hacer cierto ejercicio de hermenéutica.
El debate empieza con una frase socrática: ¿Qué se yo? Un buen comienzo pues no todos los contertulios sabían sobre el tema y, aparte, encaminaba hacia algo irremediablemente, hacia la cuestión: ¿puedo saber lo que quiso decir el autor? Unos sostenían que esa verdad podría argüirse un poco, otros que no podría alcanzarse, “porque conocer la verdad con seguridad implicaría estar en la cabeza del receptor”. Pero brillantemente, uno de los contertulios dio con una frase un tanto romántica: “Para el escritor sería nefasto no poder decir la verdad al resto…”■
9 de junio de 2007
II
Seguimos un fin de semana más con este apasionante debate. Se hace un repaso didáctico a modo de introducción, en el que abarcamos la tradición hermenéutica un tanto resumida. Desde las escrituras sagradas, hacemos mención a la idea cientificista de Dilthey, a “la sustancia de la comprensión” de Heidegger al “acontecer” de Gadamer y a la atrevida praxis de Derrida, que desliga al autor del texto.
Dilthey hace una hermenéutica a través de la historia en la que favorece al texto y no al autor, pues, desde su punto de vista, autor y texto tienen un significado que debe descubrirse. Es una hermenéutica cientificista que pretende ser científica. Es, cómo no, la línea positivista decimonónica.
La hermenéutica forma parte de la comprensión y no al revés, diría Heidegger, la ciencia en sí forma parte del comprender. Por otro lado, Derrida, heredero del estructuralismo, expone que un texto deriva de muchos otros textos, por lo que dicho texto eclosiona dando lugar a una multitud de fuentes conectadas entre sí, textos relacionados. Sin embargo, Gadamer habla de “horizontes”. Hay que interpretar el texto desde el horizonte donde ocurre el hecho del que habla el texto: hay que tener en cuenta, por lo tanto que las semánticas cambian, permutan a otras definiciones y, por lo tanto, un texto no dice lo mismo según su época. La interpretación de un horizonte desde otro horizonte, el presente, es lo que llamamos “fusión de horizontes”.
Uno de los contertulios, después de la ya amplia exposición, interpela sobre la diversidad de verdades, tantas como individuos, pero de su boca surge la esperanza de una verdad objetiva. A otros, sin embargo, el reconocimiento de la imposibilidad de llegar a una certeza absoluta postula tajantemente que toda interpretación no es válida, como respuesta a lo anterior.
El debate da un giro y vuelve a sus orígenes, a las Escrituras Sagradas, haciendo mención de interpretaciones de teólogos que nos sorprenderían y que no son dadas al gran público o, si son dadas, es con cuentagotas y para los iniciados. Siguiendo un recorrido histórico, uno de los contertulios hace mención del historicismo romano, en el que se hace una referencia de un pueblo un tanto determinada a la vanagloria, como sucede con el historicismo alemán, hablamos, cómo no, de la historia interesada, del instrumentalismo, de la pluma del vencedor. Estas tergiversaciones de la historia deben cogerse con pinzas y hacen del trabajo del hermeneuta un bien necesario que requiere de gran destreza, delicadeza y sobre todo imparcialidad.
En Foro identidad gustan mucho de la figura de Nietzsche. Cómo no, hizo su aparición en una intervención bastante interesante. El contertulio hacía referencia de la dificultad de hacer una hermenéutica sobre Jesús. Sin embargo, Nietzsche crea “El Anticristo”, donde interpreta a Jesús como a un hombre de paz. De aquí surge que toda interpretación no surge solamente del documento, sino de la propia vivencia, del propio mito…
Se habla de la hermenéutica moderna. En ella se crean una serie de cadenas, donde el autor, creador del texto, es influido por su propia creación, dando lugar a una reciprocidad que antes no se tenía en cuenta. A su vez, el texto repercute igualmente en el lector y el lector en el texto con su interpretación, dibujando un panorama interpretativo parecido a lo que podría ser un laberinto de espejos. Este punto se concluye con la nomenclatura interpretativa según Noejitrick:
- Literal
- Inicial (conoce algo de la contextualidad del texto)
- Crítica (Objetiva)■