lunes, 5 de marzo de 2007

10/03/2007: ¿Está enferma nuestra sociedad? "La pérdida de valores como crisis social en OCCIDENTE"

PRÓXIMO FORO:

Sábado, 10 de Marzo de 2007
11:30 horas

¿Está enferma nuestra sociedad?
"La pérdida de valores como crisis social en OCCIDENTE"

ATENEO DE ALGECIRAS
Blas Infante 4, Edificio Rafael Pérez de Vargas (antiguo Asilo).Salón de actos

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El mundo se encuentra en una encrucijada llena de desigualdades donde las diferentes sociedades buscan respuesta a sus problemas sin encontrar soluciones satisfactorias en muchas ocasiones. Los problemas sociales son en sí mismos señal de alguna enfermedad, en una sociedad sana no deberían existir ningún tipo de problemas, al menos negativos

Violencia, adicciones, abusos, explotación, esclavitud... todo sigue repitiéndose, convirtiéndose en una patología crónica a la cual la sociedad no sabe darle respuesta. Ni la medicina ni la psiquiatría, ni las comodidades, nada parece curarnos, porque al final el hombre parece empecinarse en hacer la vida más complicada para sí mismo y a los demás.

Esta vez vamos a poner el ojo en un punto concreto, en OCCIDENTE, donde podríamos encuadrar todos los países primermundistas, incluyéndose por igual los países desarrollados de Oriente. ¿Vive Occidente una crisis? Cada vez vemos generaciones que parece como si nacieran desencantadas con el mundo, generaciones que parecen no querer comprometerse con la sociedad. Son los niños y niñas, jóvenes y adultos, las generaciones de los "sin valores", esos nihilistas que viven para sí mismos y que no se han criado en valores, sino en lo material. ¿Qué ha ocurrido para que el mundo llegue a este extremo? ¿Hay solución? ¿Cuándo a una sociedad es despojada de “espíritu” qué queda?

Si el tema les interesa vengan a nuestra tertulia y expresen sus opiniones. Estos debates también podrán discurrir en nuestro Foro Virtual.

TEXTOS PROPUESTOS


Una juventud sin valores: un riesgo para la sociedad
Javier Sánchez Mendías, Psicopedagogo (18/07/2005)
En los últimos años nuestro contexto sociocultural ha experimentado cambios significativos debidos, en gran medida, al progreso tecnológico, a las nuevas formas de producción industrial y de consumo, a la incorporación definitiva de la mujer al mercado laboral, a la creciente inmigración y al fenómeno de la globalización. Estos factores han configurado un entramado social sin precedentes dentro del cual surgen novedosos planteamientos.

Sin valores en una sociedad absurda y demente
El escritor barcelonés Ramón de España reflexiona en tono irónico y mordaz sobre la pérdida de valores e ideales de una sociedad bastante absurda y demente en su último libro 'Calidad de vida', en el que se pregunta "en qué consiste vivir y cuáles son las prioridades". Con el telón de fondo de los bombardeos de Irak, De España, uno de los escritores más ácidos del panorama literario español, narra la historia de cuatro personajes que ya han superado los 40 años.


"Sociedad sin Dios" necesita recuperar valores perdidosDec 13, 2006"Luego del colapso del comunismo muchas personas en nuestro país llegaron a la Iglesia y buscaron a Dios.

En una tertulia de sobremesa de un grupo de amigos se sucedían las intervenciones indignadas llamando la atención sobre hechos inauditos que hoy se plantean en la sociedad española, impensables hace bien poco. No es difícil adivinar a qué hechos se referían. No importa el orden de su aparición en la vida española -casi simultáneamente- ni jerarquizarlos por su importancia o gravedad. En definitiva, todos ellos se encuentran concatenados y obedecen a una misma causa. Mencionémoslos, no obstante.

RESUMEN
¿ESTÁ ENFERMA NUESTRA SOCIEDAD?

LA PÉRDIDA DE VALORES COMO CRISIS SOCIAL EN OCCIDENTE


Se inicia el debate con una intervención en la que se llama la atención sobre la clara decadencia en nuestro mundo moderno de los valores que tradicionalmente han sostenido a la comunidad, al pueblo: honor, lealtad, familia, procreación, salud, voluntad, espíritu guerrero... ¿Qué ha motivado esta crisis? Responde otro participante, poniendo en cuestión esta primera premisa, para preguntarse: ¿realmente ha habido una decadencia de valores desde la época presocrática? En este sentido, los valores del noble presocrático (salud, guerra, tener buenos enemigos, luchar cara a cara...) pueden tener como contrapunto el hecho de que la agresividad debe estar siempre regulada por la razón, y si no es así se convierte en algo estúpido.
Por parte de un tercero, y tratando de dar respuesta a la primera pregunta planteada, se afirma que el declive absoluto de valores que azota a nuestra sociedad tiene que ver con la propia crisis del Cristianismo. Fenómeno que se contrapone a la situación en Oriente, donde creencias budistas, hinduistas, lamaístas, etc, mantienen una relativa fuerza. Y se afirma como ejemplo actual de la crisis de Occidente el reciente auge de los matrimonios entre homosexuales. El debate está servido. ¿No sería más bien la pujanza del matrimonio homosexual un signo de la misma decadencia de la institución matrimonial, y no su causa? Por otro lado, y relacionando creencias y valores de Oriente y Occidente: ¿ha sido el cristianismo nazareno bien comprendido? ¿El cristianismo nazareno auténtico estaría próximo al budismo? Los escritos sagrados de ambos cuerpos doctrinales son muy parecidos, y la misma doctrina también. Y esto a pesar de la tergiversación y mitificación que de la enseñanza original de Jesús de Nazareth pueda haberse hecho. En este sentido, hay que tener en cuenta que el nazareno pertenecía a una escuela y que su mensaje puede haber sido mal comprendido por el público en general.
Otra cuestión que surge en un momento más tardío del debate, y por parte de alguien que aún no había participado, es el planteamiento de la posible contradicción entre poseer un corpus bien establecido de valores por el individuo (que en la lectura de este participante remite a cierto espíritu gregario), y la necesidad de conservar la libertad individual. Intervención que se ve apoyada por la de un quinto que incide en la imperiosa necesidad de poner en tela de juicio los valores de los antepasados. Necesidad de desacralizar, necesidad de profundidar. Afirma este participante que para buscar la verdad no puede uno “ponerse a templar gaitas”, labor predilecta del intelectual ordinario, sino que hay que hablar claramente de la inflación de conceptos y de ideologías salvadoras.
Pero se les contraargumenta: ¿no hay en esta búsqueda exacerbada de la libertad individual algo que problematizar?, ¿no nos habla esta exacerbación, de la atomización de la sociedad moderna? Frente a los valores comunitarios, ¿no hay en esta apología de la libertad individual un eco secularizado de algo muy familiar para los inculturizados en el catolicismo, la búsqueda de la salvación individual (en este caso secular mediante la libertad individual)?
Los estudios de Margaret Mead, desde la Antropología, donde se describen sociedades primitivas y felices, bien adaptadas, hace surgir una inquietante reflexión: el problema del hombre moderno es que no se adapta al mundo moderno...
10 de marzo de 2007