11:30 horas
Complejo de culpa, terrorismo y Síndrome de Estocolmo
Las excesivas concesiones a elementos desintegradores de la convivencia social auténtica
Comenzamos esta semana este interesante debate que tiene que ver con la actitud y con las respuestas concretas que nuestra democracia liberal y de los derechos de todos, también de las minorías de toda clase, da a un fenómeno que tan directamente afecta a los ciudadanos inocentes, a la propia supervivencia de esos mismos derechos democráticos y a la propia supervivencia del Estado social y democrático de derecho.
¿Es suficiente esta respuesta? ¿Debe endurecerse como ocurre en países como EE.UU. y Gran Bretaña, por no hablar de otros menos democráticos?
Por otra parte, recordad que nuestros debates tienen su continuación en nuestro Foro Virtual.
TEXTOS PROPUESTOS:
El asesino De Juana es también un embaucador
"Ahora resulta que Iñaki de Juana, "hombre de paz" según Zapatero y asesino en serie en la realidad, cuyas víctimas tuvieron que ser enterradas a trozos, es también un embaucador que se rapó la cabeza, se ató las manos y encogió el vientre para posar ante el fotógrafo y despertar con su imagen, publicada en The Times, la misericordia y el complejo de culpa en la sociedad española y mundial"
VER COMPLETO EN: http://www.votoenblanco.com/index.php?action=article&numero=1486
Síndrome de Estocolmo
EDITORIAL
"Es inevitable que las invenciones del nacionalismo vasco sobre el “agravio histórico” que provoca el “conflicto” con el “estado español opresor”, a fuerza de ser repetidas impunemente y nunca denunciadas con firmeza, acaben calando en el subconsciente de los poco avisados o de quienes no conozcan los rudimentos de la Historia de España (que cada vez son más, gracias a los desmanes que ha provocado la LOGSE y la ESO).Pero lo que no es de recibo es que uno de los máximos responsables de la lucha antiterrorista, Santiago López Valdivielso, repita hipnotizado las mismas patrañas que propalan ETA, Batasuna y el PNV en una conferencia del Club Siglo XXI, y delante de su jefe directo, Mariano Rajoy. Uno de los logros de la política antiterrorista del gobierno de Aznar ha sido, precisamente, la reiteración por activa y por pasiva de que la única solución viable al “conflicto vasco” es la policial. Los hechos van abonando esta tesis, que ha adoptado, por fin, la comunidad internacional."
VER COMPLETO EN: http://www.libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?cpn=7190
GuillermoRodríguez
La inmoralidad de la izquierda: Del involuntario síndrome de Estocolmo al voluntario efecto Manjon
Guillermo Rodríguez G.
3erPolo
“Los derechos individuales no están sujetos al voto público;
una mayoría no tiene derecho a votar
la derogación de los derechos de una minoría.
La función política de los derechos es precisamente la de proteger
a la minoría de la opresión de la mayoría”
Ayn Rand
"Como destacable sección de la cloaca moral del socialismo, la izquierda española ha desarrollado una estratégica ambivalencia evidentemente favorable hacia la banda terrorista ETA, en su propio suelo, y al grueso de sus pares terroristas del resto del mundo. No es pues extraño que el neo-izquierdismo llegara al poder en España gracias a la triste combinación del terrorismo islámico con la zapa moral de décadas de propaganda del casi absoluto control totalitario que ejerce la izquierda sobre el poder cultural en occidente para impulsar su “pensamiento único” re-barbarizador."
VER COMPLETO EN: http://grodriguezg.tripod.com/id85.html
RESÚMENES
COMPLEJO DE CULPA, TERRORISMO Y SÍNDROME DE ESTOCOLMO
LAS EXCESIVAS CONCESIONES A ELEMENTOS DESINTEGRADORES DE LA CONVIVENCIA SOCIAL AUTÉNTICA
Se afirma que el síndrome de Estocolmo es signo inequívoco de baja autoestima. Y que una actuación no enérgica contra el terrorismo es señal de debilidad social. ¿Qué hace que una sociedad tenga tan baja autoestima?, ¿qué promueve esta debilidad social? ¿Es la sociedad española actual un caso paradigmático de este fenómeno?
En el caso de un individuo, el sometimiento a secuestro provoca que las defensas psicológicas se le vengan abajo agradeciendo, a partir de entonces, cualquier pequeño gesto amistoso o no hostil de los secuestradores, y comprendiendo las supuestas razones del secuestrador. Esto es grosso modo el síndrome de Estocolmo. ¿Pero se puede extrapolar esta causalidad individual al nivel social?
Ante la capacidad limitada de daño en términos macrosociológicos que pueden llegar a provocar los grupos terroristas actuales convencionales, ¿qué explicaría la caída de una sociedad bajo el síndrome de Estocolmo? ¿No sería necesario que esta sociedad previamente estuviera sometida a un fuerte complejo de culpa? Y si es así, ¿a qué obedecería? ¿Cuál es el origen de esta mala conciencia? ¿Existe una deuda real no satisfecha hacia los terroristas, por parte de la sociedad afectada por la culpa, y de ahí esta mala conciencia? ¿O es todo producto de una inculcación de ciertos discursos inculpatorios de la masa y erigidos por ciertas élites, difundidos por los medios de comunicación de estas élites y creídos por la masa, en su contra? ¿Pero más allá de este medio particular de culpabilizar, de dónde procedería la necesidad de esta sociedad de sufrir mediante la culpa?
Frente a esto aparece el imperativo en las sociedades modernas, democráticas, de poner freno a la autoridad. En este sentido, Constitución podría significar diálogo. ¿O es que todo lo que no es linchamiento por parte del pueblo hacia el terrorista sería malo? ¿No es el ansia de linchamiento signo de un desmesurado orgullo del individuo y de la sociedad? Se hace necesario, en esta lectura, no justificar una sociedad en la que, o eres martillo, o eres yunque.
Pero vuelve una vez más la cuestión del terrorismo. Terrorismo es un chataje al estado. ¿Por qué se aparecen a veces tan fuertes los terroristas y tan débiles los gobiernos de ciertos estados, como puede ser el caso actual en España, al decir de muchos? ¿Puede ser que nuestra sociedad, imbuida, quiérase o no, reconózcase o no, de los valores del cristianismo paulino, necesite imperiosamente para justificarse, la figura del pecador (terrorista), redimido (reinsertado), gracias al efecto de las Sagradas Escrituras (la Constitución)?