Foro celebrado el 18-12-2004
Compilador: Manuel Gómez de Barreda Pantojo.
Compilador: Manuel Gómez de Barreda Pantojo.
Hay autores que tratan de escenificar en sus relatos una visión filosófica previa que ya existía como teoría. Mientras que hay otros cuyas narraciones no tratan conscientemente de exponer ninguna teoría y tratan de reflejar la vida tal como la van sintiendo o la van observando.
En los relatos de una parte importante de la obra de Hesse aparecen de manera consciente la figuras de la psicología junguiana, como la sombra, el anima, animus, etc...*Nota.
Se puede analizar psicoanalíticamente cualquier obra literaria, y ver si espontáneamente su estructura corresponde a la teoría. De esta forma adquirimos pruebas a favor de la validez del psicoanálisis cómo explicación de la mente humana, concretada en las obras literarias. Pero Hesse emplea la teoría junguiana para escribir sus relatos; con lo cual esas obras no pueden servir para confirmar la teoría, porque ya la incluyen intencionalmente.
En Hesse puede haber cierto dogmatismo previo, un poco de artificialidad, un interés ideológico y una intención por transmitir una teoría. Aunque esto no tiene porqué minusvalorar su obra.
Por otro lado aprendió del psicoanálisis a dejar brotar la consciencia, no sólo usó teorías. El psicoanalista luego puede aprender del paciente, en este caso del escritor, lo mismo que al principio el autor aprendió del teórico. Hay un nivel profundo, y el nivel conceptual hace tamizar la experiencia al escribir.
Finalmente Hesse se decepcionó del psicoanálisis, porque analizaba todo arte como producto de un trauma.
Si lo que trata de hacer la literatura es transmitir vivencias, experiencias...la teoría mata la vivencia.
La literatura como juego interior, producto de deficiencias, carencias...que luego aparecen como estructuras literarias. Sin embargo con ello no podemos sacar nada que conduzca a la verdad desde un punto de vista científico. La literatura crea confusión, no dice verdades. Por eso tiene poco valor para la ciencia.
Las emociones son imposibles de sistematizar de por si. Y por eso difícilmente pueden ser aprehendidas científicamente.
Hacer ejecutar solamente la función física de la literatura; es como prostituir a una mujer a su función física.
Está el concepto de literatura como estética. La literatura como comunicación, lenguaje, estética...es una manifestación innegable. Dice cosas de la vida espiritual humana y las transmite. La ciencia no puede ponerla en cuestión, simplemente, si cabe, estudiarla como una manifestación humana.
La realidad nos oprime, y la literatura trata de curarnos. Esto es muy importante en la literatura de Hesse, pues trata de restaurar la pérdida de sentido en la vida humana.
*Nota
Anima (En latín, "alma"). Imagen de mujer o figura femenina presente en los sueños o fantasías de un hombre. Las figuras ánima no son representaciones de mujeres concretas, sino fantasías revestidas de necesidades y experiencias de naturaleza emocional. Algunas figuras ánima características son las diosas, mujeres famosas, figuras maternas, doncellas, prostitutas, hechiceras y criaturas femeninas (por ejemplo, la sirena).
Animus (En latín, "espíritu"). Imagen de hombre o figura masculina presente en los sueños o fantasías de una mujer. Las figuras ánima no son representaciones de hombres concretos, sino fantasías revestidas de necesidades y experiencias de naturaleza emocional. Algunas figuras animus características son las figuras paternas, hombres famosos, figuras religiosas, figuras idealizadas, jóvenes y figuras de dudosa moral (como criminales).
Sombra Jung utilizó este término de dos maneras diferentes:
1) para describir la totalidad de lo inconsciente, es decir, todo aquello de lo que el individuo no es plenamente consciente, 2) para referirse al aspecto inconsciente de la personalidad caracterizado por rasgos y actitudes que el yo consciente no reconoce como propios: en los sueños .
En los relatos de una parte importante de la obra de Hesse aparecen de manera consciente la figuras de la psicología junguiana, como la sombra, el anima, animus, etc...*Nota.
Se puede analizar psicoanalíticamente cualquier obra literaria, y ver si espontáneamente su estructura corresponde a la teoría. De esta forma adquirimos pruebas a favor de la validez del psicoanálisis cómo explicación de la mente humana, concretada en las obras literarias. Pero Hesse emplea la teoría junguiana para escribir sus relatos; con lo cual esas obras no pueden servir para confirmar la teoría, porque ya la incluyen intencionalmente.
En Hesse puede haber cierto dogmatismo previo, un poco de artificialidad, un interés ideológico y una intención por transmitir una teoría. Aunque esto no tiene porqué minusvalorar su obra.
Por otro lado aprendió del psicoanálisis a dejar brotar la consciencia, no sólo usó teorías. El psicoanalista luego puede aprender del paciente, en este caso del escritor, lo mismo que al principio el autor aprendió del teórico. Hay un nivel profundo, y el nivel conceptual hace tamizar la experiencia al escribir.
Finalmente Hesse se decepcionó del psicoanálisis, porque analizaba todo arte como producto de un trauma.
Si lo que trata de hacer la literatura es transmitir vivencias, experiencias...la teoría mata la vivencia.
La literatura como juego interior, producto de deficiencias, carencias...que luego aparecen como estructuras literarias. Sin embargo con ello no podemos sacar nada que conduzca a la verdad desde un punto de vista científico. La literatura crea confusión, no dice verdades. Por eso tiene poco valor para la ciencia.
Las emociones son imposibles de sistematizar de por si. Y por eso difícilmente pueden ser aprehendidas científicamente.
Hacer ejecutar solamente la función física de la literatura; es como prostituir a una mujer a su función física.
Está el concepto de literatura como estética. La literatura como comunicación, lenguaje, estética...es una manifestación innegable. Dice cosas de la vida espiritual humana y las transmite. La ciencia no puede ponerla en cuestión, simplemente, si cabe, estudiarla como una manifestación humana.
La realidad nos oprime, y la literatura trata de curarnos. Esto es muy importante en la literatura de Hesse, pues trata de restaurar la pérdida de sentido en la vida humana.
*Nota
Anima (En latín, "alma"). Imagen de mujer o figura femenina presente en los sueños o fantasías de un hombre. Las figuras ánima no son representaciones de mujeres concretas, sino fantasías revestidas de necesidades y experiencias de naturaleza emocional. Algunas figuras ánima características son las diosas, mujeres famosas, figuras maternas, doncellas, prostitutas, hechiceras y criaturas femeninas (por ejemplo, la sirena).
Animus (En latín, "espíritu"). Imagen de hombre o figura masculina presente en los sueños o fantasías de una mujer. Las figuras ánima no son representaciones de hombres concretos, sino fantasías revestidas de necesidades y experiencias de naturaleza emocional. Algunas figuras animus características son las figuras paternas, hombres famosos, figuras religiosas, figuras idealizadas, jóvenes y figuras de dudosa moral (como criminales).
Sombra Jung utilizó este término de dos maneras diferentes:
1) para describir la totalidad de lo inconsciente, es decir, todo aquello de lo que el individuo no es plenamente consciente, 2) para referirse al aspecto inconsciente de la personalidad caracterizado por rasgos y actitudes que el yo consciente no reconoce como propios: en los sueños .
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