jueves, 11 de enero de 2007

FORO del 4 de febrero de 2006
LA IDENTIDAD DE EUROPA
por Daniel Aragón Ortiz, Juan Dianes Rubio y manuel Gómez de Barreda

D.A.O.
Cuando uno intenta definir Europa se encuentra con un serio problema, el mismo que se encontró Freud para estructurar la personalidad en YO, SUPERYO y ELLO.

La Identidad de Europa no puede ser geográfica, pues Europa es Ceuta y Melilla, y quién sabe si en el futuro lo será Marruecos, por ejemplo, o Rusia, que abarca un gran territorio que se extiende de ESTE a OESTE en Asia.

Europa ha sido el sueño de muchos y la búsqueda de su unificación, por así decirlo, no es nada nuevo. Europa se ha forjado a sangre y fuego, la "sangre hermana", y eso es quizá lo que conforme igualmente identidad. El Imperio español tuvo su gloria en Europa y en América, los franceses conquistaron España, etc... y esa lucha que ha habido entre países europeos ha hermanado, guerras que nos han unido. Al final la costumbre de odios y antagonismos se han convertido en una especie de solidaridad combativa entre los países europeos acostumbrados a un antagonismo siempre contra alguien, pues existe una realidad lógica de luchar juntos frente al monstruo económico chino, estadounidense, japonés, indio, etc.

Europa se contagia fácilmente de las tendencias y de los estilos que surgen de cualquier región de Europa como si fuera un sarampión; por eso no creo que la identidad europea sea únicamente artística; si acaso Europa tiene una Identidad multicultural, ecléctica, pero eso no es una identidad, más bien es una actitud, el carácter de Europa: abierto, tolerante... (¿pero cómo se forjó eso?).

Creo firmemente que Europa puede tener una identidad cultural unificadora, pero NO una Identidad forjada en tradiciones, sino una identidad de intelectualismo, de paradigmas, de ideas, etc. La Identidad de Europa se concilia en lo que son para mí los tres grandes acontecimientos que personifican a Europa:

- LA ILUSTRACIÓN (lucha contra el oscurantismo, cambio de la fe por la razón, etc.).
- REVOLUCIÓN FRANCESA (Ideal liberal-capitalista, libertad de prensa, la República con todo lo que eso conlleva...).
- LA REVOLUCIÓN RUSA (derechos de los trabajadores, el logro del bienestar social, la escuela pública, etc.).

Esos tres acontecimientos son los que marcan la CULTURA EUROPEA, a mi parecer, de forma más inmediata. También habrá que analizar de dónde y cómo nacen esos tres grandes acontecimientos y hacer una especie de árbol genealógico de la IDENTIDAD DE EUROPA.
Así que Europa no es una cultura de tradiciones o de símbolos tangibles, sino de pensamientos, de ideas, de lo abstracto, de lo ideal.

Tal vez debamos, para estipular una identidad y cultura europea, hacer lo siguiente: fijarnos en qué tienen en común todas las culturas que conforman esa cosa imaginaria que es Europa; y quizá, de esa forma, lleguemos a mi conclusión. ■


J.D.R.
Es algo sabido, en efecto, que la identidad, tanto a nivel personal como a nivel de pueblos, posee múltiples dimensiones, entre las que se encuentran las dimensiones cultural, política y económica.

Otra característica de la identidad es su dimensión dinámica: la identidad no es algo estático, sino que va cambiando con el tiempo. Por ejemplo, en tiempos de Roma, por motivo de la difusión cultural de la época, el sentirse europeo en distintos territorios, incluía a Siria o Turquía, pero no las tierras más allá del Rhin o del Danubio; en cambio, en el siglo XI, el contexto cultural había cambiado tanto que ocurría exactamente al revés respecto de los territorios nombrados con anterioridad: ya no era posible sentirse dentro de la cultura europea en Siria o en Turquía y sí lo era allende el Rhin o el Danubio.

Puede decirse que es en el Siglo XVIII cuando surge la identidad europea tal como hoy se entiende, es decir, como modernidad, iniciada con la Ilustración europea sobre todo. Por tanto, podríamos considerar que no se está dentro del ámbito de la cultura europea allí donde la cultura iniciada por la Ilustración, con todo lo que conlleva, no ha penetrado aún. Esto se entiende a pesar del fracaso relativo del proyecto ilustrado que dio origen a llamada postmodernidad o pensamiento postmoderno.

En efecto, podemos considerar que Rusia es plenamente Europa y que el socialismo contribuyó a construir una parte de esa identidad que se expresa en multitud de derechos y características diversas; aunque también es verdad que las raíces del socialismo se encuentran en Alemania con Marx, Engels, etc. o aún antes en Francia con los socialistas utópicos como Proudhon o Fourrier...
Por otra parte Rusia es un país cultural por excelencia donde se producen toda clase de actos culturales: música, pintura, literatura, filosofía, etc., plenamente europeos.

Hasta el siglo XV, el cristianismo era la referencia fundamental que unía a los europeos.

En la Ilustración los filósofos y escritores ilustrados eran los que, al ir con sus construcciones filosóficas más allá de las fronteras de cada estado particular, iban diseñando Europa: Voltaire, Montesquieu, Diderot, D´Alembert, Rousseau, etc.

La Revolución Francesa (que sin embargo daría sus frutos luego), con las guerras napoleónicas que la siguieron, anuló de nuevo estos intentos de construcción en lo ideológico y fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando personajes como Monnet, R. Schuman, K. Adenauer, De Gasperi, etc. llevan el timón del proyecto europeo de nuevo.

KantEsta cultura e identidad europea, en definitiva, se expresa en lo cultural con varios nombres que lo dicen todo: Dante, Goethe, Cervantes, Voltaire, Shakespeare, Dostoievski, etc.

Hoy, la nación y el nacionalismo, en auge creciente, son los refugios de algunos ante el vértigo que produce una globalización cultural y económica y una europeización, ambos inevitables, si bien, como todo, susceptibles de una buena o mala construcción.

En definitiva, mantengo la opinión de que las identidades a las que puede estar adscrita una persona, desde la propia identidad personal (más o menos profunda o consciente) hasta la identidad como habitante del planeta Tierra, pasando por las identidades de la ciudad, la provincia, la autonomía, el Estado y la Europea, son todas susceptibles de estar perfectamente encajadas y ordenadas dentro del ser del hombre. El requisito indispensable sería tener todas estas identidades construidas conscientemente y sin egoísmos obtusos. De este modo, no se ve que sean incompatibles, salvo que alguna de las comunidades superiores quiera violentar a una de las comunidades o identidades inferiores, en cuyo caso será necesaria la propia defensa en momento y modo que dependen de la agresión sufrida y de las circunstancias que la rodeen. Juan Dianes. ■

M. G. de B.
En principio es un pensamiento bien intencionado cuando se habla de identidades en armonía, el problema es que muchas veces hay una serie de identidades incompatibles, una de la cuales es construida a consta de otra, o como negación de otra... Puede ser el caso de ser español, identidad basada en eliminar otras identidades anteriores. ¿Qué hacemos con esas identidades parásitas?, ¿Tienen derecho a existir a base de pisotear otras identidades?... mecanismo de dominación sin el cual no pueden existir, tipo nazismo, o tipo británico o estadounidense...

Tampoco está claro que exista o pueda existir una identidad, por ejemplo, respecto a ser "habitante del planeta tierra" porque mientras no haya un ámbito frente a otras identidades para ejercerla, no puede existir, o no tiene contenido real.

La Identidad “ser europeo”, sólo funcionará cuando estemos fuera de Europa, o frente a algo exterior. Mientras estemos dentro de Europa, es una cosa sin contenido ser europeo, lo único que tendría contenido serían las nacionalidades u otro tipo de roles identitarios, como la clase social, los grupos de edad, etc… con lo que sí podemos interactuar (por ejemplo en Europa sólo podremos ejercer de europeos frente a los inmigrantes). Por eso se quiera o no, la identidad europea necesitará otras identidades en competencia, sea Norteamérica, Islam, etc… fuera; o sean los inmigrantes, dentro.

Por otro lado, para el caso de España, hablas de una identidad provincial, una identidad autonómica, y otra estatal…pero así se está condenando a las personas a identidades burocráticas, o a lo sumo turísticas. La mayoría de estas entidades administrativas, no tienen porqué tener una identidad cultural (todavía se ve mejor en otros países donde las demarcaciones administrativas no tienen tanta base de difenciación étnica como en España). Esas identidades se reducen a una cosa burocrática, o a algo pintoresco, turístico, artificial…identidades que tendrían que ser muy débiles, como de hecho suele ser, para ser toleradas por la identidad superior nacional. Una identidad nacional, por naturaleza, tiende a englobar aspectos importantes de la vida, como son lengua, valores, costumbres, historia, incluso religión… y no basta sencillamente con una adscripción administrativa, que sería reducir la identidad a su sentido más artificial y pobre; su sentido más alineante. Lo cual sirve a los poderes centrales para anular otras identidades regionales que son refundadas como identidades burocráticas, turísticas, folclóricas o pintorescas, pero no verdaderamente plenas en los aspectos importantes. ■


J. D. R.
Te contesto ordenadamente por partes, aunque vaya todo junto, a las objeciones o contestaciones que tú hacías a mi intervención, Manolo:

En primer lugar lo de "identidades en armonía" a que yo me refería, más que "un pensamiento bien intencionado", como tú lo calificabas, yo lo llamaría "una posibilidad difícil" igual que la identidad enfrentada (la cual parece ser que es la que concibes como única posibilidad) es, desgraciadamente una posibilidad frecuente fruto, creo yo, de nuestro débil desarrollo como personas (egoísmo personal y colectivo) que nos lleva siempre a querer afirmar nuestra identidad por confrontación antagónica y excluyente con otras.

No desconozco que, según Jean Piaget, el sentido del Yo o identidad ha de construirse como un dominio contrapuesto al no-Yo desde pequeños por la relación senso-motora y la afectiva con que éste va construyendo la realidad y diferenciándose de ella en su interrelación con el medio que le rodea: objetos, familiares, etc.

Este cuadro de la psicología genética aparece reforzado también por la sociología al reforzar ésta cómo la imagen de sí mismo, en la interacción con las cosas y sobre todo con las otras personas, se hace consciente en el individuo. Es decir, se hace consciente de su identidad, tanto personal como de los papeles sociales, status, intereses, etc. que asume.

Además, aparte de percibirse a sí mismo y tomar conciencia de sí, la imagen de sí mismo tiene un componente de auto-estima o valoración mediante selección de factores y que no es una imagen fija sino cambiante donde cambian tanto la imagen que tengo de mí, como la que pienso que otros tienen de mí y, así mismo, la imagen que quiero proyectar.

De modo que, de nuevo, la complejidad y, por lo tanto, yo nunca me atrevo a decir "imposible", etc. sino a estar siempre muy abierto a toda posibilidad.

Respecto de no estar claro que se pueda sentir uno habitante del planeta Tierra, en primer lugar, yo me siento y eso es un hecho. Reflexionando cómo esto es posible, llego a la conclusión que quizás lo sea como contraposición (que no enfrentamiento) a los que sólo se sienten europeos o norteamericanos o chinos, etc.

Yo me siento humano porque reconozco rasgos en mí universales (ADN, sentimientos, problemas comunes, etc. con el resto de los humanos). Esto me lleva a su vez a ver que no sólo se forma, ni mucho menos, la identidad por confrontación sino por identificación con otras afinidades o analogías o parecidos o como quieras llamarles.

Lo mismo ocurriría con la identidad europea: no hace falta que se haga frente a otros colectivos de igual importancia o complejidad; yo me puedo sentir europeo frente a los que sólo quieren permanecer en un ámbito más pequeño (que están en su derecho) como españoles, o como catalanes, o como franceses... Quizás sea una cuestión de crecimiento interior (y no digo que yo esté muy desarrollado, seguramente fallo en otros aspectos).

Respecto de tu segunda intervención, te diré que si sólo tuviesen peso o entidad burocrática o administrativa las identidades provinciales, autonómicas o estatales (ser español, en este caso), no nos encontraríamos con sentirse tan fuertemente gaditano, por ejemplo, o no nos encontraríamos con sentirse fuertemente andaluces. Nada más lejos de mí que reducir la identidad a una cuestión administrativa.

He pensado en que Cádiz tiene su idiosincrasia, sus figuras históricas, sus artistas, sus pensadores, sus tradiciones, sus monumentos, su forma de vivir el carnaval, sus formas de producción y sus riquezas, etc. al igual que las tiene Andalucía en su conjunto y España en su nivel más generalizado.

Nuevamente me parece que caes en la trampa de construir la identidad sólo por contraposición (que es un factor importante). Yo puedo sentir en mí todas estas identidades por haberlas vivido junto a personas de estas pertenencias identitarias y no considerarlas excluyentes sino como cosas que me enriquecen más.

Además, la identidad es una perspectiva del mundo. Es decir, ver el mundo (cosmovisión) desde un punto concreto. En este sentido, cada lugar ha de tener por fuerza su perspectiva y, por lo tanto, su identidad diversa por ser lugares distintos, y situados distintamente, desde donde se mira el todo. Como diría Ortega, sin embargo, la riqueza no está en excluir ninguna perspectiva sino en aunarlas en una visión lo más cósmica posible.

Respecto de las identidades que tratan de anular a otras ya lo ponía yo en mi primera intervención. Serán momentos de oponerse y de luchar contra esa violencia, según modo y circunstancias, y ahí entraría la ciencia ética (filosofía moral) a tratar de ver la forma de resistencia menos violenta posible para conseguir los objetivos justos con el menor daño posible para todos.

Evidentemente, un enfrentamiento violento que cueste más sangre o esfuerzos de lo que se va a conseguir, o para conseguir sólo mas enfrentamiento, o que aumente la sumisión respecto de los dominadores, no vale la pena ni para uno ni para todas las personas más débiles que de uno dependen.

Bueno, no quiero abusar de la extensión. Mira atentamente que reconozco teóricamente la importancia de la construcción de la identidad respecto del "espejo" que suponen los otros. Al mismo tiempo creo que son razones de peso y fundadas en la experiencia las que pongo. ■

D.A.O.
Me quedo con estas palabras de Juan Dianes: «Yo me siento humano porque reconozco rasgos en mí universales (ADN, sentimientos, problemas comunes, etc. con el resto de los humanos). Esto me lleva a su vez a ver que no sólo se forma, ni mucho menos, la identidad por confrontación sino por identificación con otras afinidades o analogías o parecidos o como quieras llamarles».

Las IDENTIDADES se crean por confrontación y por afinidad, pero una verdadera identidad es importante cuando logra constituir una cultura... ¿es el pasado nuestra IDENTIDAD?, ¿no es el presente nuestra IDENTIDAD VIVIENTE, algo que no tiene nada que ver con el pasado? ¿Y cómo se constituyen una cultura y una IDENTIDAD?, ¿cómo surgieron realmente las primeras civilizaciones?, ¿qué es una cultura? Estas preguntas son importantes.

En ciencias humanas como pueden ser la Historia y la Arqueología, hablamos de cultura cuando existe cierta uniformidad en un contexto. Si se encuentran dos tipos de cerámica en dos lugares alejados o semialejados, o pinturas parecidas en diferentes refugios o cuevas, hay indicios de uniformidad, de una misma cultura, lo cual puede significar unas inquietudes compartidas, etc. A su vez la CULTURA es un artificio, pues la ha construido el HOMBRE con sus manos en interrelación con el medio en que habitaba. Una cultura existe cuando se deforma la naturaleza para generar un contexto uniforme.

Y si una cultura significa uniformidad en muchos aspectos (religiosos, filosóficos, artísticos, deontológicos, deportivos, etc), ¿dónde existe la uniformidad hoy día?, ¿cuáles son los rasgos comunes que hay en Europa?.

Y si la CULTURA EUROPEA o IDENTIDAD EUROPEA se ha construido a base de afinidad y contraposición, entonces: ¿cuáles son las contraposiciones de Europa, y sus afinidades?
Cuando hablo de contraposición me refiero a algo externo a Europa y cuando rezo afinidad me expreso en algo intrínseco a Europa (¿qué es lo que hace que nos unamos?), ¿pero qué es lo exterior a Europa si hemos dicho anteriormente que Europa ha cambiado durante siglos y que la gente que se sentía europea en ciertas zonas al cabo de los años ya no?

Volviendo a las palabras de Juan Dianes y a su discurso, creo que sí existe una IDENTIDAD universal. Si una identidad busca uniformidad para definirse y símbolos para expresarse y EL HOMBRE ES UN SÍMBOLO (es la naturaleza indiscutible de la que parte cualquier cultura), entonces eso debería unirnos, EL SER HOMBRE se convierte en la base principal para construir una cultura universal.

Pero bueno, el tema de la IDENTIDAD UNIVERSAL debería ser promovido en otro debate distinto, aunque su derivación al mismo es lógica y consecuencia de gran dinamismo y entusiasmo que despierta el tema. ■

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