Foro celebrado el 11-06-2005.
Compilador: Manuel Gómez de Barreda Pantojo.
Compilador: Manuel Gómez de Barreda Pantojo.
Cada uno tiene la responsabilidad de filtrar la información que le dan. Si los medios te manipulan, uno también es responsable de su propia falta de actitud crítica.
Pero... ¿cuántos años tardamos en darnos cuenta para alcanzar esta postura crítica? Hay que llegar a tener mucha experiencia para darse cuenta de esto, lo cual indica que no debe ser tan fácil ni inmediato filtrar mucha de la información interesada que uno recibe, y se acepta sin más. Además ya cada uno lleva el filtro que le han puesto, hecho también de muchos intereses.
Sin embargo, el medio que manipula la información no tiene siempre las de ganar porque existe la posibilidad de que la persona crítica puede desenmascarar los intentos de engaño. En determinados momentos la gente se revuelve.
Por otro lado, el que se lanza a emitir informaciones no va a perder... le pueden rechazar, pero no va a perder, porque lo hace desde una posición ganada. A no ser que al descubrir sus intenciones se esté perjudicando, porque va a ser más fácilmente atacable.
El ciudadano está en una posición defensiva y si quiere salir de la constante manipulación debe tomar la iniciativa, debe crear opinión y sobre todo comunicar su propia visión de la realidad.
Pero es muy dudoso que siendo meramente un receptor pasivo, alguien pueda dominar todas las informaciones interesadas que le llegan.
Si ponemos en duda la verdadera objetividad, la única manera de no perder tu iniciativa es dedicarse también a lanzar tu propia opinión subjetiva (entendida como una perspectiva propia legítima, si no se quiere ejercer una mera manipulación del otro), además de tratar de ser creativo.
Intelectuales de verdad hay muy pocos. Los que tienen siempre el mismo discurso, no escuchan, no intentan llegar a puntos intermedios, y siempre mantienen unas posturas teóricas fijas, a esos difícilmente se les puede llamar intelectuales.
La idea de una “postura intermedia” puede ser una falsedad, pues es una manera de intentar llegar a la verdad que no se establece por si misma, sino por el acuerdo de otras posturas que pueden ser erróneas o interesadas también. Más que en el ámbito de la verdad, estamos en el ámbito del interés consensuado.
El querer comprender ya te hace engancharte a las informaciones de los medios de comunicación, y te hace entrar en el juego. El prurito de conocer es ya el primer paso y el síntoma de que vas a caer en la red de informaciones interesadas.
Frente a esto, la filosofía oriental, que promueve el retiro total, para no quedar atrapado por los intereses mundanos. Una postura similar es la de negarse a entrar en el juego, negarse a leer, no atender a los medios para no contaminarse.
Hay que entrar en el sistema si se quiere participar en la sociedad, pero una vez que entras, tu objetivo ya no es comprender, porque te ves envuelto en tus propios intereses y en los de los demás como para ser verdaderamente objetivo.
Es más objetivo el que es interesado y lo declara, que el que trata de ser objetivo sin pretender tener intereses.
¿Porqué el que dice ser o trata de ser objetivo en el análisis nunca cuenta sus intereses al mismo tiempo, cuando sin embargo sí se dedica a descubrir los intereses de los demás?. El que hace el análisis también tiene sus intereses conscientes o inconscientes, pero es raro que haga un auto-análisis para mostrarlos.
Pero... ¿cuántos años tardamos en darnos cuenta para alcanzar esta postura crítica? Hay que llegar a tener mucha experiencia para darse cuenta de esto, lo cual indica que no debe ser tan fácil ni inmediato filtrar mucha de la información interesada que uno recibe, y se acepta sin más. Además ya cada uno lleva el filtro que le han puesto, hecho también de muchos intereses.
Sin embargo, el medio que manipula la información no tiene siempre las de ganar porque existe la posibilidad de que la persona crítica puede desenmascarar los intentos de engaño. En determinados momentos la gente se revuelve.
Por otro lado, el que se lanza a emitir informaciones no va a perder... le pueden rechazar, pero no va a perder, porque lo hace desde una posición ganada. A no ser que al descubrir sus intenciones se esté perjudicando, porque va a ser más fácilmente atacable.
El ciudadano está en una posición defensiva y si quiere salir de la constante manipulación debe tomar la iniciativa, debe crear opinión y sobre todo comunicar su propia visión de la realidad.
Pero es muy dudoso que siendo meramente un receptor pasivo, alguien pueda dominar todas las informaciones interesadas que le llegan.
Si ponemos en duda la verdadera objetividad, la única manera de no perder tu iniciativa es dedicarse también a lanzar tu propia opinión subjetiva (entendida como una perspectiva propia legítima, si no se quiere ejercer una mera manipulación del otro), además de tratar de ser creativo.
Intelectuales de verdad hay muy pocos. Los que tienen siempre el mismo discurso, no escuchan, no intentan llegar a puntos intermedios, y siempre mantienen unas posturas teóricas fijas, a esos difícilmente se les puede llamar intelectuales.
La idea de una “postura intermedia” puede ser una falsedad, pues es una manera de intentar llegar a la verdad que no se establece por si misma, sino por el acuerdo de otras posturas que pueden ser erróneas o interesadas también. Más que en el ámbito de la verdad, estamos en el ámbito del interés consensuado.
El querer comprender ya te hace engancharte a las informaciones de los medios de comunicación, y te hace entrar en el juego. El prurito de conocer es ya el primer paso y el síntoma de que vas a caer en la red de informaciones interesadas.
Frente a esto, la filosofía oriental, que promueve el retiro total, para no quedar atrapado por los intereses mundanos. Una postura similar es la de negarse a entrar en el juego, negarse a leer, no atender a los medios para no contaminarse.
Hay que entrar en el sistema si se quiere participar en la sociedad, pero una vez que entras, tu objetivo ya no es comprender, porque te ves envuelto en tus propios intereses y en los de los demás como para ser verdaderamente objetivo.
Es más objetivo el que es interesado y lo declara, que el que trata de ser objetivo sin pretender tener intereses.
¿Porqué el que dice ser o trata de ser objetivo en el análisis nunca cuenta sus intereses al mismo tiempo, cuando sin embargo sí se dedica a descubrir los intereses de los demás?. El que hace el análisis también tiene sus intereses conscientes o inconscientes, pero es raro que haga un auto-análisis para mostrarlos.
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