Foro celebrado el día 1 de octubre de 2004
Compilador: Manuel Gómez de Barreda.
Compilador: Manuel Gómez de Barreda.
"La justicia emana del pueblo” es una de esas frases-ficción.
- Kant dice: paga y luego protesta; cumple la ley y luego protesta, si no estás de acuerdo con la ley. Esta sería la manera correcta de mantener la legitimidad de las leyes.
- La búsqueda de la perfección utópica conduce al desastre. Por eso debe entenderse nuestra situación como un proceso de perfeccionamiento democrático que va a durar per secula seculorum.
- Existen una serie de incompatibilidades en nuestro régimen:
· Democracia junto a monarquía.
· No hay un sistema de representación proporcional puro.
· Confusión entre las responsabilidades políticas y las administrativas (esto último correspondería simplemente a los funcionarios que hagan mal su trabajo).
- En el sistema hay un juego entre cumplimiento de la ley y transgresión. El poder necesita de las leyes, necesita ejemplaridad, necesita incumplidores, porque si no tenderá siempre a apretar las tuercas más de la cuenta al ciudadano.
- Si la ley emana de mi, yo puedo declarar mi insumisión a la ley como una forma de intentar cambiarla. La insumisión, hecho distinto al incumplimiento sin más, no hace uso de la violencia, es darle la vuelta a esto, porque el que ejerce la violencia es el estado, al hacer caer sobre el insumiso todo el peso de la ley. Puede ser un método efectivo de hacer ver la inadecuidad de la ley.
- Todos los cambios llegan porque hay una verdadera presión del disconforme.
- Debe haber diversidad y oposición, pero no conduce a nada quemar la democracia, porque así no llegamos a ningún sitio. Es más fácil ser radical, el pataleo, la riña etc... que intentar cambiar las cosas mediante la teoría y conceptos. Cuidado con las revoluciones. Pero la democracia es también aceptar diferentes tonos, también aceptar el pataleo.
- Nuestra democracia es aún muy inmadura. Deberíamos tener paciencia, y seguir el proceso que nos llevará a una democracia más madura.
- La administración debería estar sometida a la ley, no a la política.
- Puesta en cuestión de las comunidades autónomas. No tienen legitimidad histórica. Su creación fue una táctica para enfrentarse al problema vasco y catalán.
- La gran lacra de la democracia son las oligarquías, que buscan la plusvalía, y cambiar las leyes según sus intereses.
- Kant dice: paga y luego protesta; cumple la ley y luego protesta, si no estás de acuerdo con la ley. Esta sería la manera correcta de mantener la legitimidad de las leyes.
- La búsqueda de la perfección utópica conduce al desastre. Por eso debe entenderse nuestra situación como un proceso de perfeccionamiento democrático que va a durar per secula seculorum.
- Existen una serie de incompatibilidades en nuestro régimen:
· Democracia junto a monarquía.
· No hay un sistema de representación proporcional puro.
· Confusión entre las responsabilidades políticas y las administrativas (esto último correspondería simplemente a los funcionarios que hagan mal su trabajo).
- En el sistema hay un juego entre cumplimiento de la ley y transgresión. El poder necesita de las leyes, necesita ejemplaridad, necesita incumplidores, porque si no tenderá siempre a apretar las tuercas más de la cuenta al ciudadano.
- Si la ley emana de mi, yo puedo declarar mi insumisión a la ley como una forma de intentar cambiarla. La insumisión, hecho distinto al incumplimiento sin más, no hace uso de la violencia, es darle la vuelta a esto, porque el que ejerce la violencia es el estado, al hacer caer sobre el insumiso todo el peso de la ley. Puede ser un método efectivo de hacer ver la inadecuidad de la ley.
- Todos los cambios llegan porque hay una verdadera presión del disconforme.
- Debe haber diversidad y oposición, pero no conduce a nada quemar la democracia, porque así no llegamos a ningún sitio. Es más fácil ser radical, el pataleo, la riña etc... que intentar cambiar las cosas mediante la teoría y conceptos. Cuidado con las revoluciones. Pero la democracia es también aceptar diferentes tonos, también aceptar el pataleo.
- Nuestra democracia es aún muy inmadura. Deberíamos tener paciencia, y seguir el proceso que nos llevará a una democracia más madura.
- La administración debería estar sometida a la ley, no a la política.
- Puesta en cuestión de las comunidades autónomas. No tienen legitimidad histórica. Su creación fue una táctica para enfrentarse al problema vasco y catalán.
- La gran lacra de la democracia son las oligarquías, que buscan la plusvalía, y cambiar las leyes según sus intereses.
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