sábado, 23 de diciembre de 2006

La Conciencia

Foro celebrado el 20/VI/2003.
Ponente: Juan Dianes Rubio.

INTERROGANTES:
1) ¿Existe la conciencia? (Un autor como Nietzsche, duda de ella en el primer texto)2) ¿Qué es la conciencia? ¿Dónde tiene su origen? ¿Cómo se manifiesta?(Diversas citas tratan de hablar de ella en el segundo texto)3) Clases de conciencia. Ámbitos en los que se da la conciencia.4) Grados o intensidad con que se da la conciencia en las personas. ¿Tienen unas más conciencia que otras? ¿En qué aspectos? ¿Cómo comparar las conciencias?5) ¿Con qué podemos relacionar la conciencia, sus clases y sus grados de manifestación? ¿De qué depende el que se forme o no se forme? ¿Qué hacer para que pueda crecer la conciencia?
A) PRESENTACIÓN DE DOS TEXTOS ANTITÉTICOS.
Texto 1:"Este problema del valor de la compasión y de la moral de la compasión (-yo soy un adversario del vergonzoso reblandecimiento moderno de los sentimientos-) parece ser en un primer momento tan sólo un asunto aislado, un signo de interrogación solitario; mas a quien se detenga en esto una vez y aprenda a hacer preguntas aquí, le sucederá lo que me sucedió a mí: - se le abre una perspectiva nueva e inmensa, se apodera de él, como un vértigo, una nueva posibilidad, surgen toda suerte de desconfianzas, de suspicacias, de miedos, vacila la fe en la moral, en toda moral, -finalmente se deja oír una nueva exigencia. Enunciémosla: necesitamos una crítica de los valores morales, hay que poner alguna vez en entredicho el valor mismo de esos valores- y para esto se necesita tener conocimiento de las condiciones y circunstancias de que aquellos surgieron, en las que se desarrollaron y modificaron (la moral como consecuencia, como síntoma, como máscara, como tartufería, como enfermedad, como malentendido; pero también la moral como causa, como medicina, como estímulo, como freno, como veneno), un conocimiento que hasta ahora ni ha existido ni tampoco se lo ha siquiera deseado. Se tomaba el valor de esos "valores" como algo dado, real y efectivo, situado más allá de toda duda; [...]".(F. Nietzsche, Genealogía de la moral).
Texto 2:"A las cuatro de la madrugada siento el juicio de mi conciencia y me digo: "¿Qué error cometí ayer?" Debo tratar de compensarlo." (Sandro Pertini, Revista Derecho y Humanidades.)"Los espejos son como la consciencia. Uno se ve allí como es, y como no es, pues quien se ve en lo profundo del espejo trata de disimular sus fealdades y arreglarlas para parecer a su gusto." (Miguel Ángel Asturias, Hombres de maíz, 1949)."La verdadera vida no es más que la adquisición continua de consciencia." (Gil Bejes Sampao, PSA)."La conciencia que tiene precio no es más que una mercancía". (Bernardo Canal Feijoo, FAHC)."Forzamos a los individuos a elegir entre la incomodidad real de una conciencia culpable y la incomodidad del riesgo que se corre al tomar firmemente posición por la justicia social." (Horace Clayton, "Otro dilema" (Nuevas misas, 1946)."El germen de la conciencia es una serie de disposiciones caracterológicas que ansían la vida, unos recuerdos latentes que se adhieren a un nuevo embrión para formar un sí mismo empíricamente fresco." (David Christie-Murray, Creencias ancestrales e investigación científica.)"Los dolores de la conciencia son cosas peligrosas. Extirpemos la conciencia... no habrá más dolor." (Evgeni Evtushenko, Las congojas de la conciencia.)"No puedo ni quiero cortar mi conciencia para ponerme a la moda de este año." (Lilian Hellman, Carta al Presidente del Comité de Actividades Antiamericanas, 1952.)"La conciencia de un jurado nunca queda tranquila" (José Hierro, RevMI)."El pensamiento consciente, en general, sólo juega un papel secundario en la breve fase decisiva del propio acto creador." (Arthur Koestler, Le cheval dans la locomotive.)"Tener conciencia de un acto no es pensarlo, sino sentirlo." Milan Kundera, PSH.)"La conciencia, en la mayor parte de los espíritus, es como un soberano inglés: reina pero no gobierna." (W. H. Mallock)."Sólo las cosas son: no tienen más que exterior. Las conciencias no son, se hacen. (Jean-Paul Sartre, Situations, 1947).("Conciencia", Joseph M. Albigés y M. Dolors Hipólito, Un siglo de Citas, Editorial Planeta S. A., 1996, p. 257-259).
DESARROLLO DEL DEBATE:NOTA: Las intervenciones, actitudes y opiniones de los participantes se encuentra entremezcladas por respeto a la privacidad de los mismos fuera de la sesión de debate.
CONTENIDO DEL DEBATE: La diferencia entre "consciencia" y "conciecia" podríamos enunciarla del siguiente modo: "consciencia" es igual a "darse cuenta de", conciencia tendría un sentido moral haciendo relación a valores morales o a ciertos criterios relacionados con el bien y el mal, es decir, la conducta responsable.Por otra parte, el término "conciencia" posee tal variedad de significados que no solamente se aplica a objetos diferentes (conciencia de sí mismo, conciencia del deber, etc) sino que, considerada en un solo individuo) es como si se tratase de diferentes “yoes” en diferentes momentos que ven el mundo de forma diferente y deciden de forma diferente según sean los asuntos a dilucidar: políticos, familiares, económicos, religiosos, sociales, del derecho o legales, etc.
Aunque pueda hablarse de variedad de conciencias es necesario admitir que si el ser humano es uno y de algún modo unifica sus experiencias refiriéndolas a un "yo" (con toda la problematicidad filosófica que esto supone), por este motivo, no puede hablarse, en el fondo, sino de una sola conciencia que se diversifica por los objetos a los que se aplica. Incluso sería una sola conciencia la que cuando se limita a "darse cuenta de" se denomina "consciencia" y cuando se aplica a la acción en relación con valores se denomina "conciencia".
Pero, ¿Qué tiene que ver la conciencia con los valores? Toda persona profesa, lo sepa o no, unos valores. Lo difícil es decidir en la situación concreta en que la vida nos pone. Toda persona para decidir tiene que hacer en cada momento una escala de valores analizando los valores que "están en juego" en la situación que vive en ese momento y en la que tiene que decidir. Nadie puede sustituirnos en la necesidad de decidir según la escala de valores propia. Esto no excluye el que una persona deba formar su escala de valores lo mejor posible asumiendo los principios éticos más auténticos que conozca. Los valores no son entes sino propiedades.
No obstante, existe un límite muy fino entre sentimiento y conciencia. Ambos se encuentran muy relacionados, lo cual puso de manifiesto Zubiri, especialmente, en su obra "Inteligencia sentiente". Las últimas aportaciones sobre inteligencia emocional del tipo de las de Daniel Goleman abonan esta perspectiva.
A este respecto, la "conciencia moral" puede definirse como sentir todos los aspectos de una cuestión al mismo tiempo, y no solamente nuestra perspectiva egoísta con la cual nos identificamos fácil y mecánicamente a diario. Un ejemplo. En el tema de la inmigración tengo que sentir las necesidades de los inmigrantes, pero también las necesidades del país que acoge: el que deben venir los que puedan vivir aquí con dignidad y con todos los derechos y no para engrosar la delincuencia. Esto no es bueno ni para ellos ni para nosotros. Debo sentir los aspectos éticos, sociales, materiales, religiosos, económicos, políticos, etc. al mismo tiempo, y tanto los de ellos como los nuestros. Ponerme en lugar del otro. Estimarlo y respetarlo como a mí mismo.
La conciencia no es un "cesto" o "frutero" donde se depositan los valores, las convicciones, etc. Es algo vivo, activo, creador, que la va conformando el sujeto, consciente y activamente, en su lucha por un proyecto de vida dentro de la libertad, la solidaridad, la dignidad de las personas y los demás valores.La conciencia fluye de fuera a dentro y de dentro a fuera, afirmó este contertulio.
Pero, ¿La conciencia es fruto de los intereses solamente? No se pueden evitar los intereses, sin embargo es preciso que estas necesidades se integren en una escala de valores y decidir según ella en cada situación de acuerdo con la decisión prudente y sabia.Es preciso tener en cuenta la subjetividad de la conciencia. Es necesario formarla y escuchar a los demás, para que no sea subjetiva en el sentido de falsa o errónea.
Por otra parte, se observa en la sociedad en general que, existe un nivel bajo de conciencia. Existe mala conciencia en una proporción elevada de sujetos, organizaciones internacionales y nacionales, instituciones, etc. Sin embargo, la esperanza más que a nivel de toda la humanidad, que avanza lentamente en cuanto al nivel de consciencia y de conciencia, está en que cada individuo procure evolucionar tanto en su consciencia como en la conciencia moral, las cuales están muy relacionadas.
Es necesario superar la desesperanza a nivel político, social, etc. aunque veamos que a lo largo de la historia la humanidad no supera la corrupción o la violencia, frutos todos de un nivel bajo de conciencia.
¿Existen grados de conciencia? Podemos usar una metáfora de conciencia: en lugar de la "linterna", cuya "conciencia" se limita al propio foco, podemos usar la metáfora del "punto esférico de luz" conectado a un filamento unido a una fuente de energía potente que puede incrementar la "luz" (consciencia en la metáfora).
De este modo obtenemos: 1º) que la consciencia alumbra multidireccionalmente en una esfera alrededor de ella; 2º) que puede incrementarse su intensidad o claridad de lo que capta, comprende y relaciona: cuando estoy dormido, mi nivel de consciencia puede ser llamado "nivel 1"; cuando despierto, aparentemente tengo mayor autocontrol sobre lo que pienso, siento, etc. podríamos llamarlo "nivel 2"; en ciertos momentos en que soy capaz de estar consciente de lo que pienso y siento al mismo tiempo, de lo que hablo y observo, de las reacciones sobre lo que digo, de los objetivos que me propuse antes de entrar en diálogo y del autocontrol interior o la energía disponible, evidentemente me encuentro en un nivel de conciencia mucho mayor que podríamos llamar "nivel 3" y que no tenemos siempre ni mucho menos.

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