Foro celebrado el 07/VI/2003.
Ponente: Luis Martin.
Ponente: Luis Martin.
INTERROGANTES:
1) ¿Existe la libertad o se reduce a una ilusión posterior a nuestros actos, obedeciendo estos en realidad a la mecánica de la naturaleza, nuestro cuerpo, a las enseñanzas recibidas y a nuestra psicología adquirida?
2) ¿Somos simplemente una máquina movida por los deseos y motivaciones que a nivel social y político inyectan en nosotros?
3) Si existe la libertad... ¿en qué consiste? Si consiste en el autocontrol consciente y en el actuar por un principio interior y consciente y no exterior e inconsciente... ¿cuál es este principio? ¿se trata de la autonomía moral?
4) ¿Qué individuos podrían calificarse como libres?
5) ¿Cuáles serían las características que deberían poseer?
6) ¿Qué condiciones se supone que conducen al desarrollo de esta autonomía moral o libertad responsable?
7) ¿Debe el poder público fomentarla mediante la educación, etc.?
8) ¿Cómo se relaciona la libertad con el poder político, económico o de cualquier tipo?
9) Por otra parte, ¿Existen clases de libertad o se trata en esencia del mismo principio para toda persona que lo sea?
10) ¿Cómo debemos tratar de conseguirla? ¿Existe una fórmula única para ser libres?
11) ¿Pueden admitirse grados delibertad en las personas?
12) ¿Qué dimensión de la libertad pueden realizarnos como personas maduras flexibles comprensivas y felices?
2) ¿Somos simplemente una máquina movida por los deseos y motivaciones que a nivel social y político inyectan en nosotros?
3) Si existe la libertad... ¿en qué consiste? Si consiste en el autocontrol consciente y en el actuar por un principio interior y consciente y no exterior e inconsciente... ¿cuál es este principio? ¿se trata de la autonomía moral?
4) ¿Qué individuos podrían calificarse como libres?
5) ¿Cuáles serían las características que deberían poseer?
6) ¿Qué condiciones se supone que conducen al desarrollo de esta autonomía moral o libertad responsable?
7) ¿Debe el poder público fomentarla mediante la educación, etc.?
8) ¿Cómo se relaciona la libertad con el poder político, económico o de cualquier tipo?
9) Por otra parte, ¿Existen clases de libertad o se trata en esencia del mismo principio para toda persona que lo sea?
10) ¿Cómo debemos tratar de conseguirla? ¿Existe una fórmula única para ser libres?
11) ¿Pueden admitirse grados delibertad en las personas?
12) ¿Qué dimensión de la libertad pueden realizarnos como personas maduras flexibles comprensivas y felices?
A) PRESENTACIÓN:
Hablar durante quince minutos en una tertulia filosófica sobre una cuestión como la libertad, que ha ocupado a mentes brillantísimas durante los últimos 2.500 años, para alguien que solo ha tenido un contacto muy superficial con la filosofía, no deja de ser una osadía.
Así que lo mas sensato seria conocer que es lo que han dicho las autoridades del pensamiento sobre la libertad a lo largo de la historia. Y tener así algunos elementos para el debate.
Hagamos un viaje a la Grecia clásica y nos encontramos con un primer concepto de "hombre libre" en contraposición a "esclavo".
Hagamos un viaje a la Grecia clásica y nos encontramos con un primer concepto de "hombre libre" en contraposición a "esclavo".
"Hombre libre" era el que no estaba sometido. De manera que poseía, por un lado, la plena capacidad de decidir, que comprendía una autodeterminación respecto de si mismo pero también en los asuntos de la comunidad. Esto implica un concepto de responsabilidad en cuanto al ejercicio de su libertad.
Los Griegos pensaron que en la noción de libertad pueden distinguirse tres sentidos:
Una libertad que puede llamarse natural, como la posibilidad de sustraerse a un orden cósmico predeterminado e invariable. Este orden cósmico se puede entender de dos maneras:
Primero como destino. En este sentido solo pueden ser libres los que no han sido seleccionados por el destino, es decir, los que no cuentan. Sin embargo, los elegidos por el destino, aunque no sean libres en el sentido de hacer lo que quieran, si lo son en un sentido superior. Aparece aquí una concepción de la libertad como realización de una superior necesidad.
Una libertad que puede llamarse natural, como la posibilidad de sustraerse a un orden cósmico predeterminado e invariable. Este orden cósmico se puede entender de dos maneras:
Primero como destino. En este sentido solo pueden ser libres los que no han sido seleccionados por el destino, es decir, los que no cuentan. Sin embargo, los elegidos por el destino, aunque no sean libres en el sentido de hacer lo que quieran, si lo son en un sentido superior. Aparece aquí una concepción de la libertad como realización de una superior necesidad.
Por otra parte, si el orden cósmico lo entendemos como "orden natural", algunos pensaron que, en la realidad, la libertad era una condición propia de la razón. Solamente el hombre es libre en cuanto que ser racional y dispuesto a actuar como tal ser racional. De modo que, si bien todos los hombres tienen la capacidad de actuar racionalmente, la libertad es una condición especialmente propia para los sabios (los filósofos), puesto que ellos son los que disponen del medio adecuado para actuar racionalmente.
Un segundo sentido que daban a la libertad, podemos llamarlo social o política, Es decir, la libertad frente a la comunidad humana que consiste en que el individuo elige sus propias conductas dentro de las que no infringen las leyes de la polis.
Y un tercer sentido de libertad personal como autonomía o independencia frente a las presiones o coacciones de la comunidad. Se reconoce el derecho al ocio, es decir, a un tiempo para que el hombre cultive su personalidad individual.
A medida que fue pasando el tiempo apareció una tendencia a ir destacando mas la ultima concepción, la de libertad como una condición personal.
Las diferentes escuelas socráticas, pero principalmente los estoicos, la consideraron como la capacidad de disponer de si mismo, lo cual no es posible a menos que uno se haya liberado de lo exterior que incluye tanto las imposiciones de la sociedad como las propias pasiones o necesidades.
Los neoplatónicos consideraron que libertad consiste en la contemplación, ya que no le daban importancia a la acción. Y para otros pensadores la libertad era comprender el Hados, el destino; con lo cual el sabio comprende y acepta ese orden cósmico y esta comprensión es liberadora.
Tanto para Platón como para Aristóteles, el concepto de libertad estaba estrechamente ligado a la idea de autonomía, es decir, la capacidad de decidir por si mismo. Especialmente en Aristóteles la libertad se relaciona con el respeto no solamente al orden natural, sino al orden moral. Para el Estagirita, todos los procesos de la naturaleza operan en función de una finalidad que les es propia, siendo el fin del hombre la felicidad y estando sus acciones caracterizadas por un poder de ejercicio de la voluntad. El libre albedrío sería la posibilidad de elegir. Pero esa posibilidad solo existe cuando el hombre no esta sujeto a la coacción de la ignorancia.
Aristóteles considero que el ejercicio de la libertad es esencialmente una obra de la razón. Como la mayor parte de los griegos, considero que un hombre que conoce el bien no puede dejar de actuar de acuerdo con el. La actuación del hombre es libre cuando su finalidad racional conduce a la realización del bien.
Sigue pasando el tiempo y nos encontramos con los pensadores cristianos. Y en el cristianismo parece surgir una contradicción en función de las afirmaciones del dogma. Si Dios es omnisciente y omnipotente aparece inevitablemente el concepto de predestinación divina. ¿y como se coloca en ese marco la idea de la libertad humana?. Lo que Agustín de Hipona, mas conocido como San Agustín llamó "el misterio de la libertad". Para ello, Agustín y Tomas de Aquino, mas conocido como Santo Tomás, acuden al concepto de la gracia. La gracia se presenta como un don, algo que se tiene o que no se tiene. Pero la gracia, por si sola no produce efecto, sino que requiere el consentimiento y la cooperación de quien la recibe. Para Agustín la gracia es lo que posibilita la libertad, al otorgar al hombre la voluntad de querer el bien y realizarlo.
Otro concepto religioso importante para la cuestión que nos ocupa es el del pecado. Los pensadores cristianos se plantearon si el pecado, o lo que es lo mismo la admisión de la existencia del mal, implicaba cuestionarse si el hombre al pecar ejercía una forma de libertad, si era concebible que el hombre disponga de la libertad para elegir optando el mal. Agustín distingue entre el libre albedrío, que es la posibilidad de elección, y la libertad que seria la efectiva realización del bien con el objeto de alcanzar la beatitud.
Tomás, en la Summa Theologica, considera que el libre albedrío, como capacidad de elección, presupone la existencia de voluntad y la inexistencia de coacción, ni siquiera la presciencia divina. Pero plantea que estar libre de coacción no es suficiente, sino que junto a ello debe estar presente el intelecto como instrumento para el conocimiento del bien, a fin de que este pueda constituirse en objeto de la voluntad. En consecuencia el libre albedrío es un poder cognoscitivo. Aparece claramente la influencia del pensamiento aristotélico.
Permítaseme aquí hacer un inciso sobre la cuestión de la gracia. Ya que fuera del campo teológico, y en sentido estético existe un concepto de la gracia, surgido a mediados del siglo XVIII, aunque ya Platón había ligado la gracia a la idea de belleza; considerando que algo es bello y a la vez es bueno, si tiene gracia. Pensadores como Burke asociaron la gracia a la belleza del movimiento; en tanto que Schiller considero que la belleza del movimiento continuo y pausado deriva de la libertad, y que la gracia es una síntesis de la belleza estática o natural, y la belleza dinámica o moral.
Volvamos a dar un salto en el tiempo y, dejando atrás la cuestión de si Dios mueve o no la voluntad del hombre, nos vamos al siglo XVI. Con el desarrollo creciente de la ciencia el problema central paso a ser si la idea de libertad puede subsistir frente al concepto de determinismo. Nos salimos del campo teológico y nos desplazamos al de la filosofía no religiosa.
El determinismo consiste en la afirmación de que el mundo de la realidad, lo que ha existido, existe o existirá, está absolutamente prefijado. Las doctrinas deterministas son resultado de una concepción mecanicista del universo. Es una doctrina no susceptible de prueba científica, por cuanto solo podría probarse conociendo el futuro de antemano, funcionando, por tanto, con carácter de hipótesis.
Algunos autores modernos (Spinoza, Leibniz, Hegel) sostuvieron que la libertad consiste fundamentalmente en seguir "la propia naturaleza" en tanto que esta se halla en relación estrecha con la realidad. Otros autores, como Hobbes, Locke o Voltaire, tendieron a destacar el elemento de "lo que quiero" en el "ser libre".
Con variable intensidad los autores de este periodo intentaron conciliar la idea de libertad con la de determinismo.
Kant consideró que la "necesariedad" existente en la naturaleza no impide la libertad y que es posible su coexistencia. Kant establece que en el reino de los fenómenos, que es el reino de la naturaleza, hay completo determinismo; es imposible salvar en el la libertad. Esta, en cambio, aparece en el reino del noúmeno, que es el reino de la moral. En definitiva, que la libertad no puede ser una cuestión física sino solo y únicamente moral.
De este modo la libertad no queda solamente justificada, sino que se acentúa al máximo su carácter "positivo". Este carácter consiste, en casi todos los idealistas alemanes postkantianos, en la posibilidad de fundarse a si misma. La libertad no es ninguna realidad, ni atributo de ninguna realidad, es una acto que se pone a si mismo, es lo que caracteriza al puro Yo, el cual se constituye en objeto de si mismo por una acto de libertad.
Hegel considera que la libertad es fundamentalmente la libertad de "la idea". La libertad en sentido metafísico es la autodeterminación, que no se asimila al azar, sino que es resultante de la determinación racional del propio ser.
En el siglo XIX el debate filosófico en torno a la cuestión de la libertad se deriva hacia si el hombre puede ser libre tanto de los fenómenos de la naturaleza como de aquellos de la sociedad.
Surgió una corriente materialista y otra corriente liberal, conforme a la cual, no solamente la libertad es posible, sino que es elemento esencial del hombre, tanto en el orden moral o psicológico como religioso o moral, y asimismo en la sociedad.
Surgió una corriente materialista y otra corriente liberal, conforme a la cual, no solamente la libertad es posible, sino que es elemento esencial del hombre, tanto en el orden moral o psicológico como religioso o moral, y asimismo en la sociedad.
John Stuart Mill aparece como expositor del tema de la libertad desde el punto de vista empírico, no como una cuestión de especulación teórica o filosófica, sino como una cuestión de hecho.
La corriente materialista extremó el concepto de determinismo llegando a afirmar que no solo los fenómenos naturales están sometidos a un determinismo universal, sino también las circunstancias de la historia. Carlos Marx sostuvo el determinismo histórico, según el cual la historia esta sujeta a un proceso, si bien no de carácter mecánico, si de carácter dialéctico de tal manera que era inútil oponerse a la "marcha de la historia".
El desarrollo lógico de la posición determinista de Marx condujo a la concepción política del Estado totalitario y al sometimiento de toda autonomía individual a la colectiva en todos los ámbitos de la vida. El surgimiento histórico del estado totalitario (inicialmente la Unión Soviética y luego la Italia fascista, la Alemania nazi y otras naciones) fue consecuencia de la concepción de la filosofía materialista y de la doctrina del determinismo histórico. El pensamiento de Marx condujo a una situación en que estando los gobernantes de esos estados convencidos de que se encontraban en posesión de una verdad absoluta, resultante de ese imperativo determinista, era lógico suprimir toda discrepancia en todos los ámbitos, no solo el político, sino incluso en la filosofía, la literatura, el arte o la ciencia. Suprimiendo, de esta manera hasta los últimos vestigios de libertad.
Podríamos seguir citando autores y exponiendo el concepto de libertad en la teoría social del capitalismo de Hayek, o en la filosofía analítica. Y soy consciente de que me he dejado alguno de los importantes fuera, como Descartes o Nietzche. Pero prefiero quedarme aquí, a finales del XIX y espigar por encima, algo del pensamiento del pasado siglo XX.
A lo largo de este siglo, los descubrimientos científicos parecen decantar la polémica determinismo versus indeterminismo a favor de este último. Así, el principio de incertidumbre de Heisemberg, que Niels Bohr interpreta como la expresión matemática de un principio absolutamente general, la asimetría entre pasado y futuro en la relatividad de Einstein, por la cual el famoso demonio de Laplace lo único que haría seria recordar el pasado, o el razonamiento de Popper sobre la imposibilidad de la autopredicción, parecen suponer argumentos definitivos a favor del indeterminismo.
De vuelta al plano filosófico, repasamos someramente algunos pensadores del siglo XX.
En el planteamiento de Sartre, la libertad humana precede la esencia del hombre y la hace posible. El hombre no es primeramente para luego ser libre, sino que no hay diferencia entre el ser del hombre y su ser libre. Es cierto que la realidad humana trata de ocultarse a si misma su propia libertad, y por tanto su responsabilidad, pero ello es porque siente angustia ante ellas. El hombre esta condenado a ser libre, aunque rehuya o no quiera saber de esa condena.
En el planteamiento de Sartre, la libertad humana precede la esencia del hombre y la hace posible. El hombre no es primeramente para luego ser libre, sino que no hay diferencia entre el ser del hombre y su ser libre. Es cierto que la realidad humana trata de ocultarse a si misma su propia libertad, y por tanto su responsabilidad, pero ello es porque siente angustia ante ellas. El hombre esta condenado a ser libre, aunque rehuya o no quiera saber de esa condena.
En sentido parecido, Erich Fromm afirma que una sociedad verdaderamente libre puede provocar el miedo a la libertad en los miembros que la componen si estos no son individuos también libres. Entonces el riesgo es que las personas busquen nuevos "amos" y prefieran ser "esclavos" a tener que soportar la responsabilidad de ser "libres".
Ortega y Gasset, que en 1930 ya escribía que: siendo la vida humana algo que hay que hacer (un quehacer), no hay mas remedio que decidir en cada momento lo que se va a hacer. Como lo que hay que hacer es la propia vida, intransferible e insobornable, cada uno decide en cada momento lo que va a hacer, y con ello lo que va a ser, inclusive cuando decide no decidirlo. No hay pues, mas remedio que inventarse de continuo a si mismo, decidiendo en cada momento qué "si mismo" se va a causar. La libertad no es algo que tenemos, sino algo que somos. Estamos obligado a ser libres.
Según un buen número de pensadores, los seres humanos nos caracterizamos frente a los animales por ser "necesariamente" libres, ya que nuestra misma estructura biológica "nos obliga" a serlo. La cuestión es la siguiente. Todo ser vivo ha de ser viable en relación con su medio porque, si no, perece. Pero, para serlo, ha de responder a las provocaciones del medio ajustándose a él. La estructura básica de la relación entre cualquier organismo y su medio es entonces "suscitación-afección-respuesta", estructura que, sin embargo, se modula de forma
diferente en el animal y en el ser humano.
En el animal la suscitación procede de un estímulo, al que responde de forma ajustada, gracias a su dotación biológica. Este ajustamiento se denomina "justeza" y se produce de forma automática. El ser humano, sin embargo, no responde automáticamente, sino que la suscitación da comienzo en él a un proceso en el que podríamos distinguir los siguientes pasos:
- El ser humano, gracias a su inteligencia, capta el estímulo como algo real, como realidad. Pero además como una realidad que no es que le afecte simplemente, sino que se siente afectado por ella y constituye para él un "mundo" y no simplemente un "medio".
- Por otra parte, al sentirse afectado, no responde de forma automática, sino que imagina distintas posibilidades de respuesta. Éste es el nivel más básico de libertad, al que ningún se humano puede renunciar. Cuanto más creativos seamos al imaginar posibilidades, más caminos tendremos para actuar. Idear distintas respuestas es una forma de no dejarse abatir por las circunstancias. Las posibilidades no están clausuradas en el espacio ni en el momento, sino que una persona puede imaginar posibilidades situadas en otros tiempos y lugares. Por eso se dice que el ser humano está "abierto al mundo".
- Para elegir una de las posibilidades ha de renunciar a las demás, y justificar su elección. Es decir, el ajustamiento a la realidad no le viene dado, sino que ha de hacerlo justificándose. Lo que en el animal era justeza automática, en el ser humano es justificación activa. Una respuesta será más libre cuanto más creativa y justificada
Esta estructura antropológica configura la forma originaria de libertad; como animal de realidades y de posibilidades, abierto al mundo, el ser humano es forzosamente libre porque se ve obligado a elegir entre ellas y a justificar su elección.
Zubiri y Aranguren denominan a esta estructura "estructura moral" del ser humano porque le obliga a ejercer su libertad, justificando su elección desde contenidos diversos. En definitiva, somos inevitablemente libres.
B) DESARROLLO DEL DEBATE:
NOTA: No existe reseña del debate a causa de que en estas primeras tertulias aún no se tomaban apuntes de los diálogos.
NOTA: No existe reseña del debate a causa de que en estas primeras tertulias aún no se tomaban apuntes de los diálogos.
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