martes, 24 de febrero de 2009

Descartes frente a Pirrón

ASOCIACIÓN FORO IDENTIDAD

PRÓXIMO FORO

Sábado, 7 de Marzo de 2009 a las 11:00 horas

Los grandes pensadores: Descartes frente a Pirrón
Duda metódica, pirronismo griego y dogmatismo

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LUGAR DE REUNIÓN
Blas Infante 4, Edificio Rafael Pérez de Vargas (antiguo Asilo)
Salón de actos.

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TEXTOS PARA EL DEBATE

Web d´Antoni Defez

"Así las cosas, parecería que lo contrario al dogmatismo será el escepticismo. Sin embargo, aquí la etimología no es la última palabra: no está claro que el escepticismo no contenga también sus buenas dosis de dogmatismo. En este sentido, Tomás Calvo se ha preguntado si detrás de la suspensión del juicio propuesta por Pirrón no se encuentra la aceptación dogmática de la tesis ontológica antirrealista de que la realidad, en sí misma, es indeterminada. Igualmente, según R. H. Popkin, en la Europa de los siglos xv-xvii el escepticismo antiguo habría sido utilizado frecuentemente como munición en favor de posiciones religiosas dogmáticas. Y ello en tres frentes distintos: en Italia, en la defensa de un conocimiento religioso iluminado, milenarista y anti-papal (Gianfrancesco Pico della Mirandola y Savonarola); en Francia, a favor de la ortodoxia católica desde el fideísmo (Michel de Montaigne); y en Inglaterra y en los Países Bajos, en aras de un misticismo profético normalmente ligado a protestantes iluminados (J. Mede, H. More, J. Dury, J. A. Comenius)."

http://www.infofilosofia.info/defezweb/dogma.htm
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EL ESCEPTICISMO GRIEGO

Santiago González Escudero
Profesor de Historia de la Filosofía Antigua de la Universidad de Oviedo
La Orotava - Las Palmas, marzo de 1998


BUSCANDO EN EL CONCEPTO
"El escepticismo de los griegos es una actitud coherente. Un punto de partida
semejante no siempre ha sido reconocido desde la Antigüedad, toda vez que
desde sus orígenes los ataques a esta forma de pensar han coincidido en negar
sentido a sus planteamientos e incluso a asegurar que carece de ellos. A veces
hasta se llega a defender una cierta actitud escéptica pero no toda una filosofía
con este carácter."

http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/3/Usrn/fundoro/actas_6_7_pdf/Act.VI-VII_C014_txi_w.pdf


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VÍDEOS PARA EL DEBATE



EL RELATIVISMO






http://www.youtube.com/watch?v=ztr-39Y63uI


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LA DICTADURA DEL RELATIVISMO



http://www.youtube.com/watch?v=0VBlwawejP8


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RESUMEN DEL DEBATE

Comienza el debate con unas reflexiones sobre la filosofía de la ciencia y la filosofía del conocimiento en general por parte de uno de los interlocutores. Afirma este contertulio que estas formas de filosofía del conocimiento –tanto del científico como del conocimiento en general- no son sino formas del auténtico escepticismo. En efecto, todo escepticismo, si atendemos a la raíz genealógica del propio término no es sino investigación para establecer la verdad –o al menos este es uno de los sentidos que posee-; es decir, se trata de fortalecer y ejercitar la skepsis o investigación, dudando en principio, para llegar a encontrar lo cierto en el conocimiento. ¿Qué significaba originariamente el concepto skepsis? La etimología griega lo refiere a mirar y observar cautelosamente, vigilar o examinar atentamente. “Escéptico” significa originariamente, por tanto, el que mira o examina atentamente algo y “escepticismo” la tendencia a mirar cuidadosamente antes de realizar un juicio o de tomar una decisión.

La matemática, siendo la ciencia más exacta, no puede librarse del escepticismo -afirma este primer contertulio- ya que la incompletitud y la indecibilidad dentro de ella han sido estudiados respectivamente por autores como Heisenberg y Kurt Gödel, por citar algunos de los más notables.

Por tanto, deberíamos establecer una cuidadosa diferenciación en nuestro debate entre escépticos –con sus variantes representadas, por ejemplo por Descartes y Pirrón-, y, por otra parte, relativistas y dogmáticos, termina afirmando este contertulio.

Otro contertulio llama la atención sobre la ataraxia como finalidad del escepticismo pirrónico –aunque no solamente atribuible a éste-. Centra su argumentación en que más que la intención puramente cognoscitiva, en lo referente a este escepticismo se trataría de lograr una finalidad fundamentalmente práctica donde la suspensión del juicio fundamentada en razones filosóficas llevase al individuo a una especie de serenidad e imperturbabilidad del ánimo, a una tranquilidad o paz del alma, en definitiva.

Pero… ¿qué tiene que ver todo esto con el escepticismo de Descartes?, tercia un tercer contertulio. En Descartes parece tratarse de un escepticismo medido; de un dudar sólo como método, para poder luego afirmar, con la fuerza filosófica del propio método que descubre y fundamenta mediante esta duda, las verdades que va encontrando.

Por consiguiente, nos encontraríamos, tanto en el modo como en el objetivo, con filosofías e intenciones bastante dispares. Por un lado, dudar porque no se cree, de entrada, en la existencia de la verdad y con la intención de lograr la paz del alma en la suspensión del juicio. Por otro, la creencia previa (al parecer) en la existencia de la verdad y el trabajo consiguiente de fundamentar un método y de buscarla. No se hace referencia, por otra parte, a la felicidad o paz del alma en la filosofía de Descartes en relación al ejercicio del método, aunque quizás esté implícita en este placer profundo de conocer la verdad, a la cual Descartes confiaba en arribar en todos los temas. Recordemos que no limitaba el método a ningún tema de estudio, si bien al principio no quiso indagar sino en lo teorético y no en cuestiones religiosos o éticas.

El primer contertulio interviene de nuevo para afirmar su conformidad global con lo dicho y para establecer un nuevo aspecto o relación del tema, el cual concreta en el nexo que puede existir entre el Relativismo gnoseológico y el escepticismo. Su opinión la expresa sintéticamente como la consideración de un matiz dogmático tanto en el relativismo extremo como en el escepticismo pirrónico en cuanto a la creencia de no existir la verdad y la afirmación dogmática de la misma.

Otra cosa sería un relativismo del pensamiento en tanto en cuanto toda verdad es relativa a las demás verdades y niveles en que se considere o quizás, mejor decir, relativa al punto de vista o perspectiva en el sentido de la filosofía orteguiana del conocimiento y de la vida.

Otro contertulio tercia en el debate introduciendo un aspecto quizás menos denso teóricamente y mucho más en la línea de la filosofía práctica o conocimiento profundo de la vida y del hombre. El juicio debemos hacerlo después de ser escépticos respecto de nuestros prejuicios, afirma. Debemos ser muy escépticos, prosigue, respecto de la consecuencia que mantenemos entre nuestro sentir, por un parte, y nuestro pensar, decir y hacer, pro otra.

Esto da pie a un interesante debate donde participan en diálogo ágil y plural varios de los contertulios y en el que surge la evidencia de la práctica del vivir como limitación del escepticismo. En efecto, tanto en los pirrónicos y demás escépticos griegos como en Descartes se observa que la práctica del vivir o bien el diálogo filosófico que mantuvieron con sus contemporáneos -o ambas cosas en algunos casos-, les obligó a limitar su escepticismo en aras de la sabiduría del vivir. La coherencia con la fuerza de las cosas, con la necesidad de la solidaridad y el intercambio social y ético diario, quizás limita a veces nuestro escepticismo y nos hace confiar en la costumbre y en las normas sociales.

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